Valentín Yankelevich, hijo de la recordada Romina Yan y nieto de la icónica Cris Morena, visitó el programa de Juana Viale para hablar sobre su presente como corredor del TC2000.
En un tono relajado, pero sincero, compartió detalles de su día a día como piloto, desde la logística de las competencias hasta la exigencia física y mental que implica estar al volante. “Paso a paso”, dijo sobre su preparación, dejando claro que prefiere la constancia antes que la presión.
Durante la charla, Valentín también se permitió abrir su corazón al recordar a su madre, fallecida en 2010. Ante la pregunta de qué pensaría Romina al verlo correr, respondió sin dudar: “Creo que tendría miedo, pero me apoyaría al cien por ciento”. Para él, su madre sigue presente en cada carrera. De hecho, eligió el número cinco para su auto en homenaje al día de cumpleaños de Romina.
El peso de un apellido ilustre
A pesar de estar lejos del mundo artístico, Valentín reconoce la influencia de su familia. “Mi mamá era un ser de luz”, expresó con emoción, y recordó que tras su pérdida, todo problema parece menor.
También tuvo palabras de admiración para su abuelo Gustavo Yankelevich, a quien describió como el gran sostén familiar, y reveló que Cris Morena, su abuela, no pierde la esperanza de verlo actuar algún día. “A ella le encantaría que todos los nietos fuéramos actores”, dijo entre risas.
Incluso contó que recientemente le jugó una broma a Cris haciéndole creer que debutaría en una tira. “Se emocionó mucho… después se rió, por suerte”, concluyó con cariño.
Valentín, con humildad y madurez, demuestra que el amor familiar es el motor más fuerte que lo impulsa.
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