De Cris Morena al mundo: qué fue de la vida de Guadalupe y Nazareno Antón, los hermanos que brillaron en Casi Ángeles

En el universo televisivo de Cris Morena hubo personajes que marcaron a toda una generación y que aún hoy son recordados con cariño. Entre ellos se encuentran los hermanos Guadalupe y Nazareno Antón, quienes conquistaron al público infantil y adolescente en tiras como Chiquititas sin fin y Casi Ángeles.

Con apenas 9 y 7 años, respectivamente, debutaron en un medio que parecía abrirles las puertas de una carrera artística sin límites. Sin embargo, cuando estaban en el punto más alto de su popularidad, ambos decidieron dar un giro inesperado y alejarse de los sets para seguir caminos muy diferentes.


El público los recuerda como Anita y Santiago en Chiquititas (2006) y como Alelí y Monito en Casi Ángeles (2007). La química entre ellos trascendía la ficción, ya que fuera de la pantalla también eran inseparables. Durante esos años, millones de espectadores prendían la televisión para sumergirse en el mundo mágico de Cris Morena, donde los hermanos Antón lograron convertirse en favoritos. Pero, a diferencia de otros jóvenes actores que consolidaron allí su carrera, ellos optaron por retirarse siendo aún muy chicos.

El presente de Nazareno: entre el marketing y la posibilidad de volver a actuar

Nazareno Antón, que hoy tiene 26 años, tomó la determinación de dejar la actuación a los 12. Luego de participar en Consentidos y en Cuando me sonreís, junto a figuras como Facundo Arana y Julieta Díaz, dijo basta. Para él, la diversión había quedado atrás y la rutina de grabación se había transformado en una responsabilidad que no disfrutaba.


Fue entonces cuando se enfocó en otra meta: sus estudios. Se graduó como licenciado en Marketing en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), y más adelante orientó su carrera al mundo digital.

Actualmente, vive en España, después de una estadía en Italia para tramitar la ciudadanía. Reside en Antequera, una ciudad cercana a Málaga que le recuerda a Tigre, el lugar donde creció. Desde allí trabaja de manera remota como social media manager para clientes de Estados Unidos, lo que le permite combinar su vida laboral con la pasión por viajar.

No obstante, su vínculo con la cámara nunca desapareció por completo. Durante sus años de universidad creó contenido en YouTube junto a su hermana, y esa experiencia volvió a despertar en él el interés por la actuación.

De hecho, Nazareno confesó que le tienta la idea de participar en alguna serie de las tantas que hoy ofrece el streaming. Para ello se capacitó con Néstor Domínguez, director de Casi Ángeles, y aseguró que uno de sus objetivos es retomar, aunque de a poco, el camino artístico en España. “Me gustaría arrancar de cero y ver qué posibilidades aparecen”, afirmó con entusiasmo.

Guadalupe: de la actuación a la psicología, pero con el deseo intacto de regresar a la pantalla

Guadalupe Antón, por su parte, también decidió dejar atrás la televisión en su niñez. Hoy, a sus 28 años, se desempeña como psicóloga en Argentina, profesión que ejerce desde 2022. Trabajó primero con niños con discapacidad y más tarde amplió su práctica a pacientes adultos.

La vocación surgió de manera muy personal: de niña, debido a su timidez, comenzó terapia y fue justamente su psicóloga quien le sugirió que probara con teatro como herramienta para expresarse. Esa recomendación la llevó a las audiciones que terminaron por acercarla al universo de Cris Morena.

Con el tiempo, sin embargo, los castings y las grabaciones fueron perdiendo atractivo para ella. Tal como le sucedió a su hermano, sintió que la magia inicial ya no estaba presente y se replegó en otras búsquedas. No obstante, nunca dejó de sentir pasión por la actuación. “Me encantaría volver, pero necesito prepararme y no quiero abandonar mi carrera de psicóloga”, reconoció recientemente.

Entre consultas que pueden extenderse hasta diez horas diarias, Guadalupe sueña con algún proyecto que le permita combinar ambas facetas. Ya sea en televisión, teatro o incluso en el mundo de los streams, su intención es recuperar el contacto con la interpretación.

Dos caminos distintos, un mismo deseo

Aunque sus vidas transcurren en continentes distintos y en profesiones que nada tienen que ver con la farándula, Guadalupe y Nazareno Antón comparten un anhelo común: regresar a la actuación. Para quienes los vieron crecer en la pantalla chica, la noticia despierta una mezcla de nostalgia y expectativa.

La decisión que tomaron hace más de una década les permitió descubrir vocaciones nuevas y desarrollarse en áreas tan distintas como el marketing y la psicología. Sin embargo, el arte parece llamar otra vez a sus puertas.

Hoy, ambos coinciden en que el próximo paso en sus vidas podría ser volver a ese lugar donde todo empezó: frente a las cámaras. Si bien el futuro aún es incierto, el recuerdo de Alelí y Monito sigue vivo en la memoria colectiva, y no sería extraño que los hermanos Antón vuelvan a sorprender con un regreso que, para sus seguidores, sería tan emotivo como esperado.

Fuente: La Nación.

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