Aunque Cris Morena optó por la ausencia física en la reciente gala de los Martín Fierro 2025, su presencia se sintió en cada rincón del evento, un eco imborrable que unió al auditorio. Sin embargo, la máxima representación de su huella no estuvo en una estatuilla o un discurso, sino en sus nietos: Franco y Valentín Yankelevich.
Los hijos de la recordada Romina Yan se robaron la atención de los flashes y el cariño de las grandes figuras de la televisión, simbolizando un linaje artístico que se renueva y promete seguir escribiendo su propia historia.
La jornada posterior a la entrega se tiñó de ternura cuando la propia productora recurrió a sus redes sociales para compartir una imagen de los jóvenes. La fotografía, que los mostraba felices y cómplices en medio del gran evento, venía acompañada de un mensaje conciso pero cargado de emoción: “Mis amores, qué orgullo. ¡Los amo Fran y Valen!”.
Esta declaración pública selló un momento de inmensa carga simbólica, donde la nueva generación de los Yankelevich se consolidó como portadora de un apellido que ha marcado la industria del entretenimiento en Argentina.
Margarita y la Consagración de una Nueva Era Artística
La noche de los Martín Fierro no solo fue significativa por la aparición de los jóvenes, sino también por el rotundo éxito de la más reciente creación de Cris Morena: la serie juvenil Margarita. La ficción, un cuento de hadas con toques de modernidad, se alzó con la estatuilla a Serie Destacada, sumando además importantes reconocimientos actorales.
Tanto Julia Calvo como Isabel Macedo se impusieron en sus respectivas ternas, y ambas dedicaron palabras de profundo agradecimiento y admiración a la mente maestra detrás de éxitos como Chiquititas y Casi Ángeles.
Las actrices, visiblemente emocionadas, resaltaron la confianza inquebrantable de Cris Morena y su capacidad para "imaginar lo imposible", al tiempo que le brindaron apoyo y cariño en un momento delicado, a meses de la pérdida de su nieta Mila Yankelevich. Cada aplauso por los premios de Margarita fue, sin duda, un reconocimiento indirecto a la persistencia y la visión de la productora, quien, a pesar de las adversidades personales, continúa apostando por la magia y la fantasía en la pantalla chica.
En este contexto de celebración y reconocimiento al trabajo de Cris, la presencia de Franco y Valentín cobró un significado aún más profundo. Crecidos entre bambalinas y sets de filmación, los jóvenes se mostraron cómodos ante la parafernalia de la alfombra roja.
Valentín, por ejemplo, ya ha incursionado en la actuación, formando parte del elenco de Margarita, mientras que Franco ha optado por un camino distinto, el de piloto, aunque ambos brillan con luz propia bajo los reflectores.
La complicidad de los hermanos fue notoria. Más aún, la cercanía con las grandes figuras de la televisión argentina fue palpable. Un momento que no pasó inadvertido fue el cálido encuentro con Susana Giménez.
Las cámaras capturaron el emotivo abrazo y las muestras de afecto de la diva hacia los nietos de su amiga, una escena que Valentín inmortalizó en redes sociales al referirse a la "Tía Su". Este detalle subraya la pertenencia de los jóvenes a un círculo íntimo y legendario del espectáculo.
Franco y Valentín, impecables y sonrientes, son el testimonio más elocuente de que el legado de Cris Morena está en buenas manos. Un apellido sinónimo de éxito, talento y emoción que no solo se mantiene vigente, sino que se proyecta hacia el futuro a través de dos jóvenes que están listos para construir su propio camino en la industria.
El orgullo de la abuela, expresado en un simple posteo, se convirtió en el broche de oro de una noche donde la historia, una vez más, se encontró con el futuro.
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