En el siempre agitado universo del espectáculo, donde las luces y la fama a menudo proyectan sombras inesperadas, una noticia ha sacudido a los seguidores de la icónica productora y empresaria argentina Cris Morena.
La mente maestra detrás de éxitos televisivos que marcaron a varias generaciones, como Rebelde Way y Chiquititas, se ha visto obligada a enfrentar una vez más una situación de acoso y hostigamiento que ha escalado hasta requerir la intervención judicial y policial. El caso, que ya tenía antecedentes, ha tomado un giro inquietante tras un reciente allanamiento que reveló la magnitud de la obsesión del presunto victimario.
El hombre señalado, identificado como Leonardo Lo Giudice, de 51 años y con residencia en Lanús, es un reincidente en este tipo de conductas. Según reportes que circulan en los medios, los problemas se remontan a una denuncia inicial presentada por Cris Morena en 2020. En aquel momento, la Justicia había impuesto una restricción de acercamiento que le prohibía al músico y percusionista acercarse a la víctima y a sus propiedades.
Sin embargo, el hermetismo que rodea el expediente judicial no ha podido ocultar el reciente quebrantamiento de esa medida. El incumplimiento de la orden perimetral en los últimos días ha sido el detonante para que la productora realizara una nueva denuncia, reavivando una investigación que ahora se centra en el delito de desobediencia.
El Allanamiento: Anotaciones, Mapas y la Escalofriante Obsesión con la Mirada
La celeridad de la respuesta judicial, a cargo del fiscal José Sylvie, especializado en género, y la jueza María Julia Correa, se tradujo en una orden de allanamiento. Agentes de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad se dirigieron al domicilio de Lo Giudice en Lanús, y lo que encontraron allí ha generado una profunda preocupación en el entorno de la empresaria y en la opinión pública.
El operativo de la Policía de la Ciudad permitió incautar material que se considera clave para la causa. Fuentes cercanas a la investigación confirmaron el hallazgo de anotaciones con el nombre de Cris Morena, mezcladas con situaciones que el acosador habría imaginado en su mente.
Pero la parte más escalofriante de la requisa se relacionó con la fijación que el hombre demostraba por la productora: los oficiales encontraron recortes de revistas que solo contenían los ojos de Cris Morena. Esta macabra colección, una especie de collage centrado en la mirada de la figura televisiva, sugiere un nivel de obsesión profundamente perturbador y persistente.
Además de estos recortes, las autoridades secuestraron el teléfono celular y una computadora de Lo Giudice, dispositivos que se espera contengan más evidencias sobre el seguimiento y hostigamiento. También se encontraron mapas elaborados a mano alzada.
Estos croquis, minuciosamente anotados, detallaban la logística de los movimientos de Cris Morena: sus recorridos habituales, horarios de llegada y salida de su domicilio y oficinas en Capital Federal, y hasta con quién se había reunido. Este nivel de planificación y seguimiento geográfico pone de manifiesto la feroz persecución de la que venía siendo víctima la productora.
Medidas Judiciales y el Silencio del Entorno de la Productora
Ante la gravedad del material encontrado y el riesgo evidente para la víctima, la Justicia ha tomado medidas concretas. Aunque el acosador no fue detenido, sí se le impuso una restricción de acercamiento que se extiende hasta los 1.000 metros de distancia de la productora.
La medida de seguridad más destacada y que busca garantizar el cumplimiento de la restricción es la colocación de una tobillera electrónica, un dispositivo de monitoreo constante. Esta disposición se extenderá por un plazo de seis meses, tiempo en el cual el hombre deberá permanecer localizado.
Desde el círculo íntimo de la productora, que ha solicitado expresamente mantener una estricta reserva sobre los detalles del caso, la posición ha sido de cautela y bajo perfil. Si bien han agradecido la preocupación por el bienestar de Cris Morena, han preferido "no ahondar en el tema", buscando mantener la privacidad en un momento tan delicado.
Este caso, en el contexto argentino, recuerda a otros episodios recientes de violencia y hostigamiento en el ámbito artístico. A principios de mes, la Justicia confirmó el procesamiento con prisión preventiva de la expareja de Lourdes Fernández, integrante del grupo Bandana, por violencia física y psicológica
Al igual que en el caso de Lo Giudice, el agresor de Fernández había violado previamente medidas de restricción, lo que resalta la seriedad con la que el sistema judicial está abordando la desobediencia y la reincidencia en casos de violencia y acoso.
La figura de Cris Morena, una de las más queridas y respetadas de la televisión, se encuentra ahora en el centro de una pesadilla que se extiende por años. La preocupación es mayúscula, y aunque la Justicia ha tomado cartas en el asunto, el hallazgo de los macabros objetos y la persistencia de Lo Giudice refuerzan la necesidad de un monitoreo constante y de una protección férrea para la productora en las próximas semanas.












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