La química entre las protagonistas de "Margarita" no es actuación. Lola Abraldes, quien obtuvo el reconocimiento como actriz revelación en los premios Martín Fierro, compartió detalles sobre la profunda amistad que construyó con Mora Bianchi, su compañera en el exitoso spin-off de Floricienta producido por Cris Morena para HBO Max.
El vínculo entre ambas jóvenes actrices comenzó mucho antes de que las cámaras empezaran a rodar. Fue en los talleres de Otro Mundo, la escuela fundada por Cris Morena, donde sus caminos se cruzaron por primera vez. "Nos encontrábamos en las clases y de inmediato surgió una conexión hermosa", explicó Lola. Lo que inició como simples encuentros en el aula pronto se transformó en cenas compartidas, ensayos conjuntos y finalmente en una amistad sólida que se fortaleció con el paso del tiempo.
Una convivencia que selló el lazo entre las actrices
El verdadero punto de inflexión en su relación llegó durante la filmación en Uruguay. Los meses de rodaje implicaron una convivencia intensa: hoteles compartidos, largas jornadas en el set y giras promocionales que las mantuvieron prácticamente inseparables. "Compartíamos el día completo: rodábamos, practicábamos, cenábamos con el resto del elenco. Era como vivir en un campamento sin fin", recordó Abraldes con una sonrisa.
Esa proximidad constante podría haber generado conflictos, pero en el caso de Lola y Mora ocurrió todo lo contrario. "Por supuesto que a veces teníamos desacuerdos por pequeñeces, pero siempre terminábamos riendo juntas. La confianza que tenemos es difícil de expresar con palabras", confesó la actriz.
En la serie, sus personajes —Daisy y Margarita— atraviesan una relación compleja, marcada por momentos de dulzura, tensión y confidencias. Sin embargo, en la realidad, esa química se convirtió en uno de los pilares fundamentales del éxito del programa. "Nos comprendemos sin necesidad de palabras", aseguró Lola. "Hay secuencias donde simplemente cruzamos miradas y ya entendemos lo que la otra siente. Eso no se puede fingir ni practicar: o existe o no existe".
El equipo de producción identificó esta conexión especial desde los primeros ensayos. Cris Morena y los directores destacaban constantemente la espontaneidad con la que ambas actrices se complementaban frente a la cámara. "En ocasiones nos solicitan que evitemos mirarnos antes de filmar, porque comenzábamos a emocionarnos prematuramente", reveló Lola. "Nos indicaban: 'Reserven ese sentimiento para la toma'. Es que existe algo auténtico entre nosotras, una energía que se percibe".
Celebraciones y nuevos proyectos en el horizonte
Tras el triunfo de la primera temporada y el galardón del Martín Fierro que consagró a Lola como la revelación del año, ambas decidieron celebrar con un viaje especial. Se dirigieron a Orlando y Miami acompañadas por la familia de Mora, repitiendo un destino que ya habían visitado antes del fenómeno de "Margarita".
"La primera vez que fuimos a Disney fue previo al estreno. Nos comportamos como niñas", recordó con nostalgia. "Madrugábamos, recorríamos los parques completamente, disfrutábamos de las golosinas y finalizábamos exhaustas pero contentas. Regresar ahora, después de todo lo vivido, resulta muy significativo. Es como cerrar un círculo, pero con toda la experiencia acumulada".
Mora, quien también ha hablado públicamente sobre esta amistad, describe a Lola como "una compañera increíble, genuina y solidaria". Los seguidores de la serie celebran constantemente esta complicidad a través de videos y mensajes en redes sociales, convirtiendo su vínculo en un símbolo representativo del universo creado por Cris Morena.
Mientras se preparan para comenzar la grabación de la tercera temporada, ambas actrices continúan fortaleciendo una relación que trasciende lo profesional. "Es como mi hermana", sintetizó Lola. "Nos elegimos diariamente, tanto en el trabajo como fuera de él. Y creo que eso es el mejor regalo que me dio 'Margarita'".
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