El Calvario Silencioso de las Estrellas: Cris Morena y Otras Celebridades en la Mira de Acosadores

La tranquilidad de la factoría de sueños de Cris Morena se vio seriamente alterada recientemente. Tras años de mantener un perfil bajo respecto a su vida privada, se dio a conocer que la productora es víctima de un hombre de 51 años, Leandro Lo Giudice, quien ha mantenido una conducta obsesiva desde el año 2020.

Aunque en un principio se intentó manejar la situación con una probation y una perimetral, el acosador rompió cualquier acuerdo de paz el pasado mes de julio. La justicia, tras un allanamiento en la vivienda del sujeto, encontró material que hiela la sangre: mapas detallados para acecharla y fotos de la productora, incluyendo imágenes centradas específicamente en sus ojos.

Hoy, este individuo porta una tobillera electrónica, una medida extrema para intentar garantizar la seguridad de una mujer que ha dado tanto arte al mundo.

Obsesiones que cruzan el límite: El caso que conmociona a la industria

No solo Cris ha tenido que recurrir a la justicia. La actriz Celeste Cid reveló recientemente que su lucha no es de ahora, sino que comenzó cuando apenas tenía 15 años. Lo que inició con cartas y regalos perturbadores —como preservativos usados y recortes de revistas— escaló con las décadas hacia las redes sociales.

Cid relató con angustia cómo esta persona aprovechó un viaje profesional a Uruguay para evadir la restricción perimetral vigente en Argentina, logrando acercarse peligrosamente durante la presentación de su libro. Gracias a la rápida intervención policial, se evitó un encuentro cara a cara. Actualmente, Celeste cuenta con su segundo botón antipánico, esperando que la justicia actúe con la firmeza que un hostigamiento de 20 años amerita.

Por su parte, la periodista Agustina Peñalva protagonizó uno de los momentos más desgarradores de la televisión reciente al quebrarse frente a las cámaras. Peñalva denunció al economista Walter Graziano por un hostigamiento que pasó de lo digital a lo físico, incluyendo un forcejeo en un estadio de fútbol. Su pedido es un grito desesperado por todas las mujeres: "¿Me tienen que encontrar tirada para que actúen?".

Un grito de auxilio en los medios: Cuando el pánico se vuelve cotidiano

El fin de semana pasado, el programa de Mirtha Legrand fue el escenario donde Adriana Salgueiro confesó vivir bajo una amenaza constante. Con un botón antipánico en mano y lágrimas en los ojos, relató cómo desconocidos intentaron irrumpir en su domicilio.

Esta situación es un eco de lo vivido por otras figuras como Sol Pérez, quien ha manifestado su temor de que el hombre que la persigue en los teatros y radios llegue finalmente a su casa, o Floppy Tesouro, quien llegó a recibir mensajes detallando sus rutas diarias por la ciudad.

Incluso en el ámbito de las noticias, el peligro es real. Nazarena Di Serio recordó cómo el apoyo de sus compañeros y del canal fue vital para denunciar a un acosador que enviaba cuadros personalizados con fotos de sus seres queridos, una clara señal de que el acoso no solo busca a la víctima, sino que intenta vulnerar su círculo más íntimo.

En una línea similar, Soledad Larghi describió el escalofrío de ser interceptada en su auto por un hombre que, tras meses de mensajes, le dijo simplemente: Te vine a buscar.


FUENTE: La Nacion.

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